19 ago 2009

EL APOYO FAMILIAR EN EL ENFERMO DEL CORAZON

Infarto al corazón, angina de pecho, insuficiencia cardiaca, crecimiento del corazón, hipertensión arterial, diabetes mellitus, colesterol alto, tabaquismo… y sus consecuencias. Los hogares sonorenses están llenos de algunos elementos de esta lista, juntos o por separado. Y al aparecer en un miembro de la familia con algún evento cardiovascular, la familia puede tener varias respuestas.

La primera es culpar al enfermo, pensando que sus familiares directos (hijos, hermanos, padres) jamás les pasará lo mismo, y que todo es por sus malos hábitos –como no, si se la pasa comiendo, no hace ejercicio, el fuma mucho, etc-, siendo juzgado, castigado y rechazado como un condenado por los miembros de la familia y externos. Al paciente se le discrimina y se le priva de cualquier placer tenga o no que ver con su enfermedad. Aun asi, la familia no es capaz de sobrepasar el evento, y se lo recordaran y recriminaran cada vez que sea posible. Esto no ayuda a la recuperación del paciente, ya que esta conducta familiar provoca el rechazo del paciente hacia un cambio de vida, lo vuelve un dependiente total de la familia, o retrasa su recuperación.

Otra respuesta familiar es la que busca en forma exagerada la enfermedad en otros miembros. Si al padre o hermano le dio un infarto, el resto de la familia buscará en todos los miembros, con o sin factores de riesgo, que no vaya a tener un infarto. Es cuando toda la familia corre a hacerse electrocardiogramas, a tener dolor de pecho y a sentir que les va a pasar lo mismo. En este caso, la paranoia de la enfermedad provoca una limitación para el desarrollo del paciente que ya tuvo un infarto, porque siempre se siente que puede pasar el infarto otra vez, o a otro familiar, y el miedo evita que vuelva a una vida más cercana a lo normal.

Otra familia es en la que todos observan la enfermedad, todos tienen los factores de riesgo (tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, obesidad, antecedentes familiares de infartos y muertes por la misma causa), y no hacen nada por evitarlo. Si están viendo las consecuencias de todos los factores de riesgo, y ven al familiar grave… ¿porque no cuidarse también? Estas familias invitan al enfermo a cuidarse, le ayudan con las dietas, lo cuidan, pero la familia no cambia junto con el enfermo para evitar nuevos eventos cardiovasculares. Es asi que en estas fechas toda la familia cena como siempre, y al enfermo le dan la estricta dieta que solo el sigue, mientras todos fuman, comen, se descuidan , y lo vigilan de que no se descontrole. Injusto, ¿no?


Recordemos que la parte básica de la respuesta familiar en nuestra sociedad esta en las mujeres. Las esposas, madres, hijas y hermanas que quedan a cargo del paciente en su convalecencia. Ellas dictan la pauta a seguir, y son la segunda parte mas importante, después del paciente, para una rehabilitación completa del paciente. Si hay restricción severa y exagerada, la respuesta del paciente será rechazo, la recuperación será lenta, y el paciente se vuelve inválido y dependiente. Cuando hay comprensión, pero no hay apoyo en la cocina y en la vida diaria, no hay cambio en el estilo de vida. Si hay comprensión, apoyo en la cocina, en la vida diaria, en los cambios que hay que hacer en las casas, en las familias, en todos los miembros donde ellas tienen influencia, tendremos a un paciente con mayor posibilidad de recuperación y menor riesgo de un nuevo evento cardiovascular adverso.

¿Donde se ubica usted y su familia?

Todos tenemos antecedentes de enfermedad cardiovascular, o de por lo menos factores de riesgo para enfermedades del corazón. Si en la familia ya hubo alguna enfermedad de corazón, es conveniente interrogar a otros miembros sobre antecedentes de infarto, muerte súbita en individuos jóvenes, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad cerebrovascular (embolias), e insuficiencia cardiaca. Si ya hay estos antecedentes, se sugiere que la familia se evalúe y se llegue a un acuerdo sobre los cambios que se deben de hacer en el estilo de vida. Las dietas estrictas nunca llegan a ser efectivas, pero el solo hecho de que quien cocine cambie un poco el menú, incluya mas verduras verdes, menos grasas, mas fibra, hace el cambio en toda la familia. El cultivar los hábitos saludables como el ejercicio regular, el consumo moderado de alcohol y los hábitos alimenticios en general provoca en la familia la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, y la prevención secundaria de los que ya tienen enfermedades del corazón.

La familia es la base de la sociedad. Los programas de rehabilitación cardiaca dedican gran parte de la información a los familiares en contacto directo con el paciente, que tendrán que hacer el cambio en la familia completa con este fin, mejorar el ambiente para la recuperación del paciente, y ser cómplices, no guardias de la su salud.

Si en su familia hay alguien enfermo del corazón, ayude a todos con un cambio en el estilo de vida. Recuerde que los cambios deben de estar basados en el conocimiento de la enfermedad, y no en el temor de nuevos eventos o consecuencias de la enfermedad cardiovascular. Si tiene dudas y requiere ayuda para hacer estos cambios, solicite información con su médico, que le dará orientación sobre cuales son los cambios más saludables para su familia.

No hay que esperar a que haya un enfermo del corazón en la familia ni que sea inicio de año para tener un buen propósito: Ser una familia saludable

LA VALORACION CARDIOVASCULAR ANTES DEL EJERCICIO

Practicando el ejercicio en forma segura.
Recientemente hemos escuchado los casos cada vez mas frecuentes de muertes en deportistas profesionales. Los futbolistas que han muerto en las canchas durante un partido, atletas, corredores de maratón como el que sucedió en la Ciudad de México el año pasado y muchos otros casos reportados, nos ponen a pensar sobre el peligro que corremos todos al hacer ejercicio intenso.

Pensará usted, ¿Qué no el ejercicio previene enfermedades cardiovasculares? Si todos los médicos recomiendan ejercicio regular, ¿Qué sucedió con estas personas?

El ejercicio, al igual que la mayoría de los tratamientos y los medicamentos, debe de ser administrado en la dosis adecuada, al paciente adecuado, una vez hecho un diagnóstico correcto. Como tal, el ejercicio puede ser un arma si se utiliza de la manera inadecuada.

Las personas que hacen ejercicio intenso, tienen mayor riesgo de tener complicaciones cardiovasculares como infarto, arritmias y muerte súbita durante el ejercicio, principalmente aquellas que no hacen ejercicio regular y que inician un entrenamiento sin una valoración cardiovascular previa.

Existen grupos de personas con mayor riesgo de tener estas complicaciones y que requieren valoración cardiovascular antes de iniciar un programa de ejercicio intenso en un gimnasio o por su cuenta. Los de mayor riesgo son personas mayores de 40 años, que tienen uno o mas factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, dislipidemia (colesterol alto), hipertensión arterial, y el mas importante de todos diabetes mellitus. Una valoración cardiovascular previa al inicio del ejercicio nos da mayor seguridad de realizar actividades físicas intensas, que a corto plazo previenen las complicaciones cardiovasculares relacionadas a la ateroesclerosis.

Otro grupo de personas, son aquellas que se entrenan para un deporte, en el que habrá ejercicio intenso frecuente. Aun en jóvenes, aparentemente sanos, se recomienda una valoración previa, ya que la gran mayoría de muertes en el deporte, son debidas a enfermedades cardiacas congénitas (de nacimiento), que pueden ser detectadas a tiempo en una valoración adecuada por un especialista en medicina del deporte o un cardiólogo.

Las personas que tienen enfermedades cardiovasculares, no deben realizar ejercicio intenso, y para el ejercicio regular que deben realizar todos estos pacientes, deben de acudir a un programa de Rehabilitacion Cardiaca, donde bajo supervisión podrán realizar el ejercicio en forma inicial, y una vez aprendido, continuarlo de por vida en forma regular.

Recuerde que si su ejercicio lo practica en forma regular, si no es intenso, es decir moderado, la probabilidad de que suceda un evento cardiovascular adverso, es mas baja que si lo practica en forma irregular y de forma intensa. Para finalizar, no olvidemos que el mejor ejercicio sigue siendo caminar, por lo menos 30 minutos diarios, 5 dias a la semana, que está disponible para la mayoría de la gente, es barato y los beneficios muchos.

Con estos consejos, esperamos que el numero de personas que sufren infartos y arritmias durante el ejercicio disminuya, haciendo del deporte una actividad mas segura para jóvenes y adultos.

Dr. Iván Serna Santamaría.
Centro de Diagnóstico Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca, Mateo Ramirez # 24 entre Gómez Farias y Morelos, Col. Constitución. Tel 2 15 79 25. Email iserna@mexico.com.

La Rehabilitacion Cardiaca


Mejorando la calidad de vida del paciente con enfermedades del corazón.

Dr. Iván Serna Santamaría.

Cardiólogo / Rehabilitación Cardiaca.

Las enfermedades del corazón siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo. Actualmente en México y en nuestro estado, son la primera causa de muerte, y un problema de salud pública. Cada vez son más los pacientes que son diagnosticados de angina de pecho, infarto de miocardio, angina inestable, y que son llevados a procedimientos que mejoran la condición del paciente, tales como cateterismo cardiaco, o cirugía de puentes coronarios (by pass). Todos hemos tenido algún conocido o familiar que sabemos que ha tenido alguna de estas enfermedades, o la mala noticia de alguien que murió repentinamente por un infarto de miocardio. Todo esto nos lleva a pensar en lo cercano que tenemos las enfermedades del corazón, y que tenemos que hacer algo para prevenirlas.

El efecto de las enfermedades del corazón

Cuando alguien tiene una urgencia cardiovascular, y es atendida adecuadamente, la probabilidad de tener complicaciones, y posteriormente secuelas, es mas baja, pero la mayoría de los casos no es así. A pesar de los tratamientos disponibles, gran parte de los pacientes refiere síntomas como dolor de pecho, falta de aire, pobre tolerancia al ejercicio, y otros síntomas psicológicos como ansiedad, depresión o temor a la muerte.

El decir a un paciente “tuvo usted un infarto” o “está enfermo del corazón” lleva consigo una serie de reacciones en el paciente y en la familia que van mas allá de la enfermedad. El impacto que el paciente y la familia sienten sobre la enfermedad del corazón, es mucho mayor a la que la enfermedad en si produce. Esto aunado a la falta de información en muchos casos, hace que el paciente se convierta en un “inválido” aunque en realidad no lo sea. En los años 50s, cuando alguien tenía un infarto, se le recomendaba reposo absoluto por más de 6 meses, sin relaciones sexuales, sin regreso al trabajo, es decir completamente dependiente y condenado a un sillón en casa. Actualmente se reconoce el daño del reposo prolongado y la falta de actividad en las enfermedades cardiovasculares, y sus efectos psicológicos en el paciente.

El paciente puede y debe reintegrarse a su vida “normal” lo más rápido y completamente posible. Una parte fundamental para lograrlo es que el paciente se acepte como es, un cardiópata (enfermo del corazón). En la medida que el paciente entienda su enfermedad, la forma de “convivir” con ella, las actividades que puede hacer sin riesgo, los cuidados que requiere y las limitaciones reales que ella le confiere, el paciente volverá a vivir y no exclusivamente a “existir”. Hay todavía muchos tabúes en cuanto a la actividad física del cardiópata, tanto en los pacientes como en los médicos. Por otro lado, un gran número de pacientes que egresan de un hospital después de haber presentado alguna enfermedad del corazón, lo hacen sin tener la información completa acerca de la actividad física que deberán realizar y del control posterior de los factores que lo llevaron a tener esa enfermedad del corazón. Aquí es donde los programas de Rehabilitación Cardiaca brindan el apoyo tanto a los pacientes como a los médicos tratantes.

¿Qué son los programas de Rehabilitación Cardiaca?

Los programas de Rehabilitación Cardiaca se basan en el control estricto de los factores de riesgo cardiovascular (Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, Colesterol alto, Tabaquismo, Obesidad), educación y el ejercicio supervisado.

Está demostrado que los pacientes que conocen su enfermedad, que realizan ejercicio regular en forma adecuada, y que controlan sus factores de riesgo, disminuyen en forma considerable el riesgo de nuevos eventos cardiovasculares adversos. Tomando en cuenta que la ateroesclerosis es una enfermedad que es progresiva, los pacientes que han sido intervenidos de algún procedimiento como cirugía o cateterismo cardiaco, corren el riesgo de tener nuevos eventos adversos si no controlan sus factores de riesgo.

Los objetivos de un programa de Rehabilitación Cardiaca son

1. Restaurar al individuo con enfermedad cardiaca a su estado óptimo físico, psicosocial y vocacional.

2. Asegurar la prevención nuevos casos de enfermedades cardiovasculares en los enfermos con alto riesgo coronario (diabéticos, hipertensos, fumadores, obesos) y en aquellos que tienen alguna enfermedad cardiovascular.

3. Disminuir la mortalidad cardiaca y los síntomas del enfermo cardiópata.

Aunque cualquier persona que tenga una enfermedad del corazón es candidata a un programa de Rehabilitación Cardiaca, hay grupos de pacientes que se benefician más de estos programas:

§ Pacientes con diagnóstico previo de síndrome coronario agudo (infarto de miocardio, angina inestable/infarto sin elevación del segmento ST).

§ Pacientes que tuvieron un procedimiento de revascularización coronaria (Angioplastia coronaria, Cirugía de revascularización coronaria).

§ Pacientes con cirugía de cambio o reparación valvular.

§ Pacientes con angina crónica estable.

§ Pacientes con insuficiencia cardiaca.

§ Pacientes con trasplante cardiaco o pulmonar

¿Cómo acudir a un programa de Rehabilitación Cardiaca?

Los pacientes deben de ser referidos por un médico especialista que maneje enfermedades del corazón (Cardiólogo, Internista, Cirujano Cardiovascular), con un resumen de cada caso al Centro de Rehabilitación Cardiaca.

Los pacientes pueden ser enviados en cualquier momento, pero se prefiere sean enviados dentro de los dos meses siguientes a su egreso de hospital.

Las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse, tanto nuevos casos como rehospitalizaciones y complicaciones. Los programas de Rehabilitación Cardiaca están para este fin, y disponibles para mejorar la calidad de vida en los pacientes enfermos del corazón, y que vuelvan a vivir no como antes, de manera mas sana que antes de estar enfermos.

El Dr. Iván Serna Santamaría es Cardiólogo con subespecialidad en Rehabilitación Cardiaca. Centro de Diagnóstico Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca, Mateo Ramirez # 24 entre Gómez Farias y Morelos, Col. Constitución. Tel 2 15 79 25. Email iserna@mexico.com.