26 ago 2009

Cardiopatia y Sexualidad

A través de generaciones, el paciente enfermo del corazón ha sido injustamente relegado a un mínimo de actividades que limitan su vida diaria y su desarrollo como ser humano.
Ya sea que tenga sólo hipertensión arterial o haya sufrido un infarto y sus consecuencias, aun con los tratamientos actuales, se sigue confinando a los pacientes a una vida de cuidados exagerados que no tienen ningún efecto positivo en el pronóstico del paciente.
Uno de estos aspectos es la actividad sexual. Frecuentemente escuchamos que los pacientes con enfermedades cardiacas, no pueden volver a tener una vida sexual activa. Por tal motivo, tanto personal de salud, como familiares y todo aquel que tenga contacto con el paciente, le prohíbe la actividad sexual.
Sin importar el tamaño del infarto, si tuvo o no complicaciones, si fue bien atendido y manejado, muchos médicos dan consejos inadecuados en cuanto a la vida sexual del paciente.

Tolerancia al ejercicio
Todo esto nos lleva al manejo inicial del infarto de miocardio, donde antes a los pacientes se les indicaba reposo absoluto hasta por seis meses. En consecuencia, también la actividad sexual quedaba suspendida.
Ya está demostrado que los pacientes pueden tener actividad física y sexual casi normal, cuando han sido estudiados y llevan un programa de rehabilitación cardiaca que indique adecuadamente la cantidad de esfuerzo que pueden realizar.
De igual manera, está comprobado que en pacientes enfermos del corazón, la actividad sexual, que es una actividad física más, depende de la tolerancia que tenga al ejercicio y de la respuesta del organismo en la prueba de esfuerzo que se realiza posterior a un internamiento por una enfermedad del corazón.
Una relación sexual, en cuanto a actividad física, equivale a subir un piso de escaleras o caminar más de 100 metros a un paso constante.
Entonces… ¿cuál es el miedo? La falta de información provoca que los pacientes enfermos del corazón y sus parejas, tengan temor de una complicación, lo cual loslleva a una disminución del deseo sexual, disfunción eréctil y las consecuencias de estos problemas.
Esto se complica aún más cuando al médico tratante no se le pregunta acerca del regreso a la actividad sexual y cómo llevarla a cabo. Además muchos médicos no acostumbran dar esta información porque el paciente no la pide debido a la “vergüenza” de hablar sobre sexo.
La mayoría de los pacientes enfermos del corazón pueden tener actividad sexual igual que antes de que tuvieran el padecimiento. Sólo aquéllos que tienen muchos síntomas o enfermedad cardiaca grave, con pobre tolerancia al ejercicio demostrada, tienen esta limitación.
También es importante recordar que los medicamentos manejados para la disfunción eréctil, pueden ser usados en algunos pacientes, siempre y cuando lo autorice su médico cardiólogo. Recuerde que la actividad sexual es una función básica para el ser humano. No deben dejarse en el aire las dudas sobre la actividad sexual.
La información es el mejor método para evitar problemas relacionados con la disfunción sexual, sobre todo los de origen psicológico, basados en el temor y la ignorancia.
Si usted es un hombre que presentó un evento cardíaco, pregunte a su médico tratante sobre este aspecto, con lo cual mejorará su calidad de vida y su pronóstico en un futuro.
Palabras clave: cardiología, corazón, sexualidad, sexo, ejercicio, sexual

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